Soy Andrea. Tengo 24 años. Nací en la Provincia de Buenos Aires, en una Villa llamada Porá. Viví mi infancia en una familia pobre: mi mamá vino del Chaco a Buenos Aires y mi papá de Corrientes. Ellos, muy sencillos, buscaban tener una vida mejor. Somos 5 hermanos. Yo soy la más chica. ¡Y tengo 15 sobrinos! Mis padres siempre participaron del trabajo en la capilla San Francisco de Asís, ayudando en distintos servicios, especialmente a los que más necesitaban. Mi mamá, en el “copo de leche”, ropero, catequesis, etc…, y mi papá en la construcción de casas en la misma villa.
El clima familiar fue de mucho amor, tanto en momentos de alegría como en las dificultades. La relación con mis padres fue siempre muy cercana.
Hoy soy postulante de las Religiosas de la Asunción.
¿Dónde estoy?
En Puerto Iguazú (Argentina), en un barrio de tierra colorada, desde hace 2 años y 5 meses. Primero haciendo una experiencia de convivencia con las Hermanas y desde octubre del 2009, como postulante.
¿Cómo he llegado a la Asunción?
Antes de venir a Iguazú siempre estuve en búsqueda del proyecto de Dios en mi vida. Esto me llevó a ponerme en contacto con varias Congregaciones. En una de ellas hice una experiencia donde aprendí mucho y me encantaba su carisma, la Adoración y la vida que llevaban. Pero con el tiempo descubrí que no sentía satisfechos mis deseos de una vida más radical en la opción por los pobres.
Mi encuentro con la Asunción comenzó antes de nacer yo. En la villa las Hermanas hicieron una misión yendo casa por casa. Junto con jóvenes, adultos y niños empezaron a formar una comunidad, entre mates y tortas fritas. Luego vino la construcción de la capillita San Francisco de Asis, las celebraciones, el “copo de leche”, el ropero, la catequesis, el grupo juvenil…
Al cabo de unos meses nací y aparecí yo en la comunidad. Allí comenzó mi caminar dentro de la Asunción. Crecí viendo como mis padres y las Hermanas ayudaban a los vecinos con amor y sencillez y como todo eso iba transformando la realidad de nuestra villa, poniendo de pie a las mujeres y ayudando a los jóvenes a soñar y trabajar por una sociedad mejor.
Cada Hermana ha sido parte de mi historia y de la de mi familia y vecinos. Con su testimonio de vida daban a conocer a Jesucristo y a la Asunción, aunque no hablaran mucho de ella. En ellas se realizaba lo que hoy cantamos y a mi me entusiasma: “Ser pioneras, abriendo surcos, viviendo en comunidad, afirmando otro futuro…”.
A los 4 años ya participaba en el grupo de “las hormiguitas”… En la capillita de San Francisco fui bautizada y recibí la Comunión y la Confirmación. Fui catequista y participe del grupo juvenil. Éramos muchos jóvenes.
¿Qué estoy viviendo y que descubro?
Hoy hace 20 años que conozco a las Hermanas de la Asunción.
Aquí en Iguazú, viviendo con ellas, experimento en mi vida todo lo que desde afuera observaba. Descubro que quiero seguir entregando mi vida a los que más necesitan, con la convicción de que es a Jesucristo a quien quiero seguir.
Juntas buscamos dar respuesta a los desafíos de hoy, acompañando la lucha del pueblo, denunciando todo lo que atenta contra la vida.
Vivimos en comunidad y en esta etapa de formación siento que es el momento de dar firmeza a la semilla, el llamado que Dios sembró en mí.
Soy parte de una gran familia. Experimento el amor, la cercanía y el cuidado de la vida dentro de una diversidad de culturas. En esta nueva Provincia Atlántico Sur percibo que la Asunción estuvo y sigue estando en búsqueda de una mirada nueva, una transformación, no solo de la sociedad sino de la persona, de modo que “cada una sea lo que es con la mayor plenitud posible”.
Andrea Gomez
Postulante de las Religiosas de la Asunción
Provincia Atlántico Sur
